Doctor de doctores.

Doctor Guevara, hoy le escribo a usted, cuanta razón tenía con el tiempo que tardaría en seguir el camino que conduce a la vida, no cantaré victoria porque tampoco hay público para escuchar mi voz. Pero si ví el camino, hace tiempo lo ví aunque la inconsciencia no dejaba avanzar porque no quiso saltar las piedras que había delante mía, para que esforzarte cuando daba igual lo bien que actuaras? Si además te convertías en malo por querer ayudar...
Que bonita era la vida dentro de su hospital, nadie superior a nadie, todos ayudando a todos...
Ilusionaba ver como un pequeño paso se convertía en el mejor logro del día. Una vez me dijo que la recuperación se hacia en la calle, viviendo, que allí sólo te rehabilitabas, y que pasarían muchos años hasta lograr vivir, no le quise escuchar porque mi vida era distinta, y los amigos me ayudarían, y bueno, si es verdad que ayudan si los recargas, parecen máquinas tragaperras que sin monedas no muestran premios, si tiras monedas sólo los verás, tampoco quieren que ganes... Al final me fui, mentira, huí. Gracias por la rehabilitación, nadie quiso aprovecharlo y se perdió, quiero aprovechar cuanto pueda de esta segunda oportunidad recibida, ahora costará más pero voy a intentarlo, no logro entender por que la primera no funcionó, aunque lo agradezco. Que habría pasado? Mejor no pensarlo y pensar en que pasará, pero tampoco quiero pensar, más no... Prefiero verlo sin saber, ilusionarme si aun existe, ver como estoy vivo, no sólo saberlo.

                                                                                                    Manel VII Poeta del Cielo